Competencias “Blandas”: Las Nuevas Competencias “Duras”

Hace unos años cuando hablábamos del “futuro”, veníamos viendo una tendencia que hoy resulta casi irrefutable: el valor del conocimiento técnico – duro tiende a cero, se convierte en un “commoditie”. 

Del otro lado y al alza, las competencias relacionales, conocidas también como “blandas”, han empezado a tomar el lugar que siempre debiesen haber tenido. 

Así lo confirman muchos papers y estudios de reputadas empresas consultoras, así como también la OIT, el World Economic Forum y tantos más. 

Según un estudio elaborado por EY y Future for Work Institute, recientemente publicado por el diario El País, “el 91% de las compañías espera que su demanda de creatividad crezca entre 2020 y 2022. La recopilación y evaluación de información (87%), el análisis de información numérica (85%), el trabajo en equipo (81%) y el coaching (76%) completan la parte alta de la tabla. Mientras tanto, destrezas puramente tecnológicas, como es la programación de software (72%) no aparecen hasta la sexta posición.”

¿Qué hay detrás de este fenómeno?

Un mundo cada vez más complejo: VICA (Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo)

Un mundo altamente tecnologizado, donde la información, un “bien” que antes era escaso y te hacia más poderoso si es que la manejabas, se ha multiplicado en cantidad, calidad y posibilidades de acceso.  

Con estas características, la capacidad de dialogar, persuadir, empatizar, encantar, liderar, escuchar, tolerar, divergir, colaborar y tantas otras, están marcando la diferencia entre los profesionales. 

El mercado laboral ya lo tiene incorporado y las empresas hoy buscan personas que tengas estas competencias más desarrolladas. El resto se “encuentra” en Google.  

¿Qué hacer?

Las competencias relacionales - blandas, se pueden aprender y entrenar. Existen diversas opciones en el mercado para abordarlas. 

Quizás, una de las principales diferencias entre este tipo de competencias y las “duras”, es que incorporarlas en el ADN de un equipo u organización, implica más tiempo, voluntad y perseverancia. 

Estas competencias no se instalan de la noche a la mañana y, en algunos casos, puede ser difícil medir su impacto, aunque está comprobado que, a todas luces, generan mejoras en la productividad en el mediano plazo. 

El mundo ha cambiado rápida y profundamente. Y seguirá cambiando. Estas competencias irán siendo cada vez más relevantes, en la medida en que sigamos avanzando en temas de robótica e inteligencia artificial. 

Y tú, ¿todavía tienes dudas?